Fomentar el liderazgo femenino: una ganancia para todos

Por Victoria Cárdenas Simons

Desde que salí del colegio y comencé a trabajar, he enfrentado muchos retos en el campo laboral y personal, los cuales me han ayudado a ser más resiliente y optimista… A lo largo de los años he confirmado que implementar programas que fomenten el ascenso de las mujeres dentro de las instituciones es una buena inversión.  A través de mi carrera, he podido verlo en primera fila a través de los resultados: fortalecemos su confianza, maximizamos su potencial de liderazgo y nos aseguramos de retenerlas en nuestra organización.

Nuestras Mujeres Líderes Emergentes

En 2013, lanzamos en el Banco Interamericano de Desarrollo el primer programa “Mujeres Líderes Emergentes” con el objetivo de llegar a contar con 40% de mujeres en posiciones de liderazgo en 2015. Alcanzamos en ese entonces 38% y establecimos una meta más ambiciosa de 43% para 2019.  Este programa tiene como objetivo fortalecer las habilidades de las mujeres en materia de liderazgo, visibilizar su potencial e impulsar su ascenso a cargos de toma de decisiones. Para lograr esto, el programa integra una combinación de lecturas, discusiones presenciales con expertos, presentaciones en panel y trabajo en equipo. Las participantes también tienen acceso a sesiones de coaching individuales y grupales, tanto presenciales como virtuales, con un equipo de coaches ejecutivos profesionales.

Programas que fomenten el ascenso de las mujeres dentro de las instituciones es una buena inversión: fortalecemos su confianza, maximizamos su potencial de liderazgo y nos aseguramos de retenerlas en nuestra organización.

Lo que continuamente alimenta mi entusiasmo y optimismo es ver los resultados y el cambio en las mujeres que pasan por estos programas. En términos de resultados cuantitativos, hemos visto que, de las 162 graduadas en los seis programas realizados a fecha de hoy, 42% ha obtenido una promoción y 38% ha emprendido nuevos retos laborales, incluyendo nuevas asignaciones de trabajo o transferencias a otras posiciones.  Los resultados cualitativos también son muy alentadores. Las graduadas del Programa lo confirman.

Expandiéndonos a la región

El año pasado, decidimos dar un paso más y nos lanzamos a replicar el programa a nivel externo. Junto a los gobiernos de República Dominicana y Panamá logramos entrenar con gran éxito a 59 empleadas del sector público… Para la mayoría, era la primera vez que participaban en un programa de liderazgo y uno de los aspectos que consideraron más valioso fue la mentoría que recibieron a varios niveles en el programa.

Los mentores son clave en el desarrollo de todo profesional. Cuando inicié mi carrera, recuerdo mi nerviosismo, mi apetito de aprender y los retos y oportunidades que se presentaron. Me sentía insegura e incompetente. Sin embargo, tuve la suerte de contar con mi primera mentora: Nancy, quien me ayudó a focalizar mis intereses y estudios en áreas complementarias con mi trabajo y me animó a tomar riesgos. Fue así como cambié mi enfoque de la maestría en Relaciones Internacionales a Gerencia de Recursos Humanos y decidí emprender una nueva carrera.  Desde entonces, he tenido muchos mentores, hombres y mujeres, y he sido mentora también. Por esto me consta lo beneficiosa que es la relación para ambas partes.

 

(*) Por Victoria Cárdenas Simons. La autora es Jefa de la División de Liderazgo y Desarrollo del Empleado en el Departamento de Recursos Humanos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) desde el 2013.

FUENTE: https://blogs.iadb.org/y-si-hablamos-de-igualdad/2018/03/14/fomentar-el-liderazgo-femenino-una-ganancia-para-todos/

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