La magnitud del impacto dependerá de la duración de la pandemia, su propagación y las medidas de prevención y de respuesta de los países para contener y amortiguar el choque. También dependerá de la estructura de sus economías y su exposición y vulnerabilidad a canales de transmisión globales; por ejemplo, su apertura comercial e integración a cadenas de valor globales, contribución del sector turismo, dependencia de materias primas, integración financiera, entre otros.
La prioridad número uno es contener la propagación del virus a nivel doméstico para minimizar el impacto directo. Los expertos de la Organización Mundial de la Salud y la experiencia en China y otros países de Asia y Europa destacan la importancia de “aplanar la curva” y contener el contagio, para evitar un colapso del sistema sanitario y minimizar el impacto tanto en vidas como en la actividad económica.
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