Por Ana Grigera
¡Empecemos con un rápido diagnóstico!
Mi organización…
i) cuenta con una definición para reconocer a pueblos indígenas.
ii) conoce la historia, cosmovisión, estructuras de gobernanza de los pueblos con los cuales trabajamos.
iii) conoce y practica el concepto de “desarrollo con identidad”.
iv) tiene un mandato y estándares para realizar procesos de consulta y generar procesos participativos a través del co-diseño, co-implementación y co-evaluación de proyectos.
v) cuenta con una política operativa para trabajar con pueblos indígenas.
Estas declaraciones contribuyen a visibilizar si una organización busca reconocer la identidad y los derechos de los pueblos indígenas en su trabajo. Si la mayoría de las respuestas fueron “Sí”, va buen camino en el reconocimiento efectivo de los pueblos indígenas. Si la mayoría de las respuestas fueron “No”, es recomendable fortalecer el reconocimiento efectivo de los pueblos indígenas.
El trabajo efectivo con los pueblos implica reconocer sus derechos –como, por ejemplo, el derecho a la libre determinación y el derecho a la consulta previa. También implica reconocer su identidad –sus estructuras de gobernanza (formas de organización y toma de decisiones), sus cosmovisiones, sus sistemas de salud, de educación, etc. así como sus visiones y aspiraciones de desarrollo- para hacer de su identidad y estructuras de gobernanza, elementos centrales en los procesos de desarrollo.
Una manera poderosa de promover el trabajo efectivo con pueblos indígenas son las políticas institucionales. Una política institucional indígena permite establecer la hoja de ruta institucional con la visión, el compromiso y los fundamentos sobre cómo se trabajará con pueblos indígenas. Contribuye a generar un impacto sistémico, establecer estándares y fortalecer la capacidad institucional para trabajar de la mano con los pueblos indígenas.
Además de su nueva estrategia de relacionamiento con la sociedad civil que reconoce a agrupaciones indígenas como actores de desarrollo, el BID cuenta con una política operativa para pueblos indígenas específicamente. También la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), entre otras instituciones de desarrollo. Siguiendo esta buena práctica, USAID elabora su Política sobre Asuntos Indígenas en este momento.
Mientras organizaciones multilaterales de desarrollo consolidan sus políticas hacia los pueblos indígenas, es transcendental que las organizaciones de la sociedad civil no indígenas, que son actores de desarrollo (como fundaciones, ONG, centros de investigación, asociaciones civiles y otras agencias ejecutoras), también avancen en la elaboración de políticas para pueblos indígenas.
Esto es central en los procesos de desarrollo de la región. Se estima que en América Latina y El Caribe residen 50 millones de personas indígenas, pertenecientes a 500 pueblos, con 420 idiomas. A pesar de su tremenda riqueza cultural, lingüística, histórica, de conocimiento y de recursos naturales, los indígenas enfrentan brechas desproporcionadas en comparación a los no indígenas en las áreas de educación, salud, nutrición, conectividad, pobreza material, entre otros.
Por ejemplo, la pobreza material afecta hogares indígenas en una proporción mayor al doble que la del resto de la población. Frente a esta realidad, sabemos que los pueblos indígenas forman parte de muchos procesos de desarrollo, pero ¿están siendo debidamente reconocidos e involucrados?
El reconocimiento efectivo es mucho más profundo que simplemente identificar a beneficiarios de un programa como beneficiarios indígenas. Cuando se trabaja desde una lógica de reconocimiento pleno –reconociendo sus derechos, identidad y posicionándose como socios en condiciones de igualdad– se abren nuevos espacios para la innovación, la sostenibilidad, la pertinencia cultural y la efectividad en el desarrollo. La identidad de los pueblos tiene un potencial indudable en procesos de desarrollo. Hasta que esto no sea visibilizado y tomado en cuenta debidamente, perdemos la oportunidad de ser más efectivos en el desarrollo y en el reconocimiento de los derechos de los pueblos.
¿Cómo se evalúa el reconocimiento efectivo de pueblos indígenas al interior de su organización? ¿Será hora de elaborar una política operativa indígena?
Para emprender ese camino es importante elaborar una política en conjunto con los pueblos; visibilizar a los pueblos y su identidad como claves de éxito de procesos de desarrollo y por último, acompañar nuevas políticas institucionales con estrategias, herramientas y capacitaciones que ayuden a ponerla en práctica.
Por Ana Grigera
Consultora en procesos de desarrollo con identidad para la División de Género y Diversidad del Banco Interamericano de Desarrollo.
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